Sobre Nosotros
Nuestra Historia
Corría el año 70 cuando José y Soledad se decidieron a dar vida a un bar. Él en la barra, ella al mando de los fogones.
Mi abuela sabía como dar de comer, y trasmitió esa pasión a su hija Pepi, que continuó las andanzas con sus recetas de siempre, de lo que da la tierra.
Servía una buena mesa a los cazadores de la sierra, que venían a recuperarse tras sus jornadas de caza.
Su nombre no puede tener más sentido para mí, Los Cazadores, los mismos a los que veía cada fin de semana al otro lado de la barra.
Restaurador por herencia, inquieto por personalidad, la carta que defiendo hoy por hoy es una evolución de los platos de siempre y los guiños de fusión de la gastronomía actual.
Una buena experiencia a la mesa y un ambiente familiar es lo que me hace feliz.